¿Les ha pasado que la hora de comer se convierte en
una batalla campal?
Les comento que no son los únicos que a diario
estén pasando por esta situación en la que los alimentos parecen ser el peor
enemigo de nuestros hijos.
Resulta que son muy frecuentes los casos de
desordenes alimenticios en niños con TEA y que entre las causas más comunes encontramos:
- Alteración
sensorial
- Rigidez
e Inflexibilidad
- Alteraciones
Sociales
- Medicas:
Alergias, Intolerancias, Alteraciones del aparato digestivo, consumo de
fármacos..
En muchos casos los diferentes
problemas se retro-alimentan unos a otros, es decir, un problema sensorial se
aumenta con uno conductual, una alteración social se aumenta por la rigidez, un
problema sensorial se alimenta de los anteriores, un problema médico aumenta la
irritabilidad que desemboca en conductas más restrictivas, un niño inapetente
se encontrará irritable a la hora de la comida... Conclusión: podemos
encontrar situaciones realmente complejas.
Pero esto y más lo supe cuando
comencé a investigar para descubrir que estaba pasando con Moisés, si esto que
estábamos viviendo le ocurría a otros niños y como habían solucionado sus
padres..
Les resumo nuestra experiencia.
Al cumplir los 9 meses de edad, Moisés comenzó a
rechazar los alimentos que en anterior ocasión ya había probado, entonces ya no
quería sopas, no quería papillas, solo aceptaba el tetero (biberón) lo que se
traducía en consumo excesivo de harinas y por consiguiente, sobrepeso; pero no
tenia ni idea de lo que podía hacer para corregir esto y dejándome llevar por
el "ya comerá" y "algunos niños son así" decidí esperar,
hasta que cumplió 2 años y pudo más la preocupación al ver que su menú
consistía en teteros (biberón), sopas licuadas de vez en cuando, platanitos,
gelatina y compotas. Fue entonces cuando aquella pediatra me sugirió dejarlo
pasar hambre durante todo el día o hasta que el niño aceptara probar algún
alimento.
Por su puesto que el corazón no me dio para dejar a
mi niño pasar hambre pero hice algo peor, obligarlo, era horrible verlo llorar,
vomitando y con arcadas por tener 3 granitos de arroz en la boca, situación
bastante traumática para él y para mi.
Cuando fuimos a la nutricionista y nos preguntó porque no
le gustaba comer, debo confesar que me sentí decepcionada ya que la intención
de la visita a su consultorio era encontrar una respuesta a la misma pregunta.
Salimos con una hoja impresa con el menú que debíamos darle, el asunto es que a
pesar de explicarle todo el caos en que se convertía la hora de la comida no
supo calmar nuestras inquietudes.
Para afrontar estas situaciones lo primero que debemos hacer es saber
identificar el caso en particular y como he dicho en anterior ocasión, debe
ser trabajado siempre de la mano con su respectivo especialista.
Es habitual encontrarnos con la HIPERSENSIBILIDAD e
HIPERSELECTIVIDAD siendo ésta última la alteración que mejor describe el
comportamiento que presenta Moisés a la hora de comer. La combinación de ambos es también bastante habitual,
donde las alteraciones sensoriales potencian las conductas restrictivas. Una Alteración Sensorial
es una condición neurológica en la que se malinterpreta la información que
reciben nuestros sentidos, es decir, las sensaciones se perciben de manera
alterada la vista, oído, tacto, olfato y movimientos.
HIPERSENSIBILIDAD
Ante un cuadro de hipersensibilidad podemos
encontrar conductas tales como:
o
Acumulación de alimentos en la boca, sin que el niño se de cuenta.
o
Bocados muy grandes.
o
Busca sabores fuertes (Limón, picante, quesos azules,…)
o
Predilección por alimentos crujientes.
o
Pasión por refrescos gaseosos.
o
Tendencia a tomar la comida o muy caliente o fría.
o
Presencia de babeo abundante.
o
Dificultad a la hora de limpiar al niño.
o
Reacciones exageradas.
En casos de hipersensibilidad podremos ver que el
niño no se deja tocar la cara, y sobre todo la parte que rodea la boca (Zona
orofacial). A su vez cepillar los dientes puede convertirse en una misión muy
complicada por la resistencia del niño. Ante alimentos de consistencias mixtas
es habitual una postura de rechazo, y presenta reflejos de vómito cuando se le
fuerza. Puede mantener la comida en la boca durante mucho tiempo, o escupirla,
cualquier cosa para no tragarla. Puede presentar reacciones que parecerán
exageradas, con arcadas, detección de pequeños cambios en las texturas de la
comida, muy sensibles a cambios de temperatura.
HIPERSELECTIVIDAD
Ante un cuadro de hiperselectividad podemos encontrar conductas tales
como:
o
Rechazo absoluto a probar nuevos alimentos.
o
Obsesión por comer siempre lo mismo.
o
Fijación con determinadas texturas, sabores, olores, temperaturas,…
o Obsesión con determinadas marcas o con los envases. Por ejemplo, el niño
solo come una marca determinada de yogurt, el fabricante cambia el diseño del
envase y el niño ya NO quiere el yogurt.
o
Predilección por determinados alimentos excluyendo todos los demás.
La hiperselectividad alimenticia de niños con
Trastornos del Espectro del Autismo (TEA) genera grandes problemas a la hora de
la comida. El niño sencillamente se niega a ingerir alimentos que no estén
dentro de su “lista” de alimentos admitidos, este hecho genera una mala calidad
en la nutrición del niño y a su vez un elevado nivel de desesperación y estrés
en los padres y cuidadores.
Es muy útil para el niño y para el grupo familiar
emplear el tiempo y los recursos necesarios para resolver los desordenes
alimenticios. No existe una receta mágica para resolver estos problemas y
debemos estar conscientes de que la familia no son la causa de los mismos.
Debemos ponernos metas realistas al momento de la intervención porque no es
algo a lo que veremos cambios a los tres días, mientras más severo sea el
desorden, más tiempo llevara el corregirlo.
Nosotros aún trabajamos en esto, lamentablemente no
tenemos asesoría de un especialista así que el avance de Moisés ha ido bastante
lento. Aún así estoy orgullosa de que en los últimos dos años hemos tenido
éxito al probar nuevos alimentos, no son muchos pero cada pequeño paso es un
gran logro.
Y mientras trabajamos para corregir, les ofrezco algunas sugerencias que me han funcionado:
• Utiliza material visual para estimularlo (pictogramas, fotos...)
• No colmes su plato si sabes que no podrá comer grandes cantidades
• Convierte el momento de la comida en agrada algo agradable y no en una
guerra
• Respeta su tiempo de alimentación
• Respeta sus gustos al comer
• Procura que el niño no coma fuera de sus horarios de comidas.
• Trabajar el tiempo de permanencia sentado a la hora de la comida.
• No lo forces para que coma alimentos si aún no está preparado. De ser
posible invítale a ver el proceso de preparación, motívalo y refuerza con
elogios sus intentos.
Mucha suerte y recuerden que las intervenciones siempre deben darse de la mano con el especialista correspondiente...
Les dejo estos enlaces que pueden consultar para tener un poco más información sobre el tema.
Mucha suerte y recuerden que las intervenciones siempre deben darse de la mano con el especialista correspondiente...
Les dejo estos enlaces que pueden consultar para tener un poco más información sobre el tema.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario