domingo, 19 de junio de 2016

LOS TERAPEUTAS NO TIENEN UNA VARITA MÁGICA


     Hace unas semanas mientras esperábamos el turno para ser atendidos por la Terapeuta de Lenguaje, se encontraban sentados frente a nosotros una Mamá y su peque. 

     En sus piernas había un cuaderno con las imágenes de los ejercicios que debía hacer con la lengua. Él niño señalaba la imagen y luego le señalaba a mamá su boca pidiéndole que ella también lo hiciera, me sorprendió su respuesta y actitud, pues con cara de visible cansancio, con la cabeza apoyada sobre una mano le decía: HAZLO TÚ.

 La idea no es criticar o juzgar, pero si tomarlo a Reflexión y Aprender de ello, si a nosotros NO nos anima hacer los ejercicios en casa para estimular el Aprendizaje podemos esperar que nuestros hijos avancen? 

      Unos días después me encontré con esta publicación en Instagram de una terapeuta de lenguaje y me pareció muy acertada:


Los terapeutas NO tienen una varita mágica.

"Decidí escribir esto, porque escucho con mucha frecuencia cosas como esta: "hace dos meses que lo llevo a terapia y no veo resultados", " lo llevo solo a terapia y no he visto cambios"

Hay puntos muy importantes a tener en cuenta para esto: 

El trabajo en EQUIPO es fundamental en el proceso de intervención; trabajar los padres, el colegio, el terapeuta y lo que los rodean es fundamental para el tratamiento. El niño asiste con nosotros 1 o 2 veces por semana entre 30 y 45 min. Entonces apliquen las sugerencias de los terapeutas en casa, trabajen y practiquen con ellos para que los cambios sean más favorables y rápidos.

Otro punto importante es la CONSTANCIA muchos factores influyen en este punto (económico, disponibilidad, etc.) lleguen a un acuerdo con el terapeuta, busquen buenas opciones en cuanto a tiempo, lugar y economía que funcione para ambas partes.

Otro punto es la PACIENCIA reconocer las características de sus hijos y en tal caso de existir un diagnóstico ser muy consiente de este pregunten a los especialistas para eso están! Investiguen, busquen opiniones de que es lo mas adecuado para ellos, sigan a veces su instinto de madres es el acertado.

Estos puntos son unos de los mas importantes, sin olvidar de buscar buenos especialistas que los involucren en la terapia y rehabilitación de sus niños.



      Es verdad, hay momentos difíciles, de mucho agotamiento físico y emocional pero el éxito en el aprendizaje depende más que de los Terapeutas, Psicólogos o Psicopedagogos de nosotros los Padres, de la Constancia, Repetición, Paciencia, Optimismo y Amor que les brindamos.
Papa, Mamá 


Pregúntate que más puedes hacer en casa por tu Hij@ 
Si vamos a Terapia 2 o 3 veces por semana durante 30min o 45min, el resto del tiempo, apoyemos el trabajo de ese Profesional, les prometo que no se arrepentirán. 


     Se lleva su tiempo adquirir una nueva destreza, pero una vez aprendido no será olvidado si se practica con frecuencia.






jueves, 16 de junio de 2016

EDUCACIÓN INCLUSIVA

     Muchos niños con un diagnóstico de Autismo pueden integrarse a las escuelas regulares, siempre que se tomen en cuenta ciertas consideraciones y se cuente con los apoyos para que el niño pueda aprender y desarrollarse en ese ambiente.

     Antes de iniciar es conveniente que el niño haya alcanzado ciertas competencias sociales (permitir el acercamiento de otros, aceptar sentarse por un tiempo razonable...).
Por esta razón es recomendable que asista a una escuela integradora, un aula de integración o aula simulada, actividad que en la actualidad están llevando a cabo algunos centros de terapia y contribuye con el desarrollo de las habilidades sociales permitiendo que la inclusión en la escuela sea más efectiva.

     Al iniciarse en una escuela regular se debe necesariamente formar un equipo de trabajo FAMILIA-ESCUELA- ESPECIALISTAS.
Este equipo determinará cual es la mejor forma de trabajar y definirá los objetivos para realizar las adaptaciones curriculares de acuerdo a las necesidades del niño.

   Lo ideal es que la asistencia se realice incrementando de manera progresiva el tiempo de permanencia en el aula para que pueda familiarizarse, estando atentos a las situaciones que puedan influir de manera negativa.

   Como bien sabemos las Políticas del Sistema Educativo fomentan la inclusión en escuelas regulares, el problema es que aún éstas no están preparadas, ni tampoco los docentes están capacitados.
      Es imprescindible que los maestros sepan cómo asistir a los niños en sus intentos de relacionarse, en el proceso de aprendizaje, y como reaccionar ante una crisis, se les debe proporcionar a través de talleres de sensibilización y formación profesional, la orientación y asesoramiento en relación a sus dudas, temores y su rol a desempeñar en este proceso.




lunes, 13 de junio de 2016

HORA DE COMER: ¿OBLIGAR O MOTIVAR?

Gracias a las Redes Sociales he podido entrar en contacto con muchas personas y nutrirme de sus experiencias, tanto de padres de niños con Autismo, como de personas que han sido diagnosticadas dentro de los TEA. Esto me ha hecho ver y comprender un poco las dos caras de la moneda.

Cada individuo tiene su personalidad y no todos los consejos aplican para todos los casos (incluyendo algunas recomendaciones médicas) 

El tema de la alimentación es motivo de insomnio para muchos padres, una mala alimentación o la fijación por comer un solo alimento puede traer consecuencias negativas a futuro en la salud de nuestros hijos, PERO, ¿Cual es la mejor forma de sobrellevar esta situación? 

Nos encontramos con médicos que nos piden obliguemos a nuestros hijos a consumir los alimentos rechazados, recomendaciones que van desde "bótale el vaso (o el objeto al cual está apegado), hasta déjale estar sin comer todo el día, en algún momento le dará hambre".
Vemos por otro lado como esas personas convertidos ya en adultos, relatan con amargura la terrible experiencia que vivieron al ser obligados (muchos siendo adultos sigue sin consumir ese alimento) el estrés por el que se les hizo pasar y sugiriendo a cualquiera que les pregunte que NO OBLIGUEN A SUS HIJOS.

Por otro lado (y de este me encuentro yo) estamos los padres preocupados, la alimentación tiene relación directa con el desarrollo del cerebro, con una buena salud, y pues ver que nuestros hijos no reciben la cantidad ideal de proteínas, carbohidratos y otros nutrientes, nos mantiene en constante alerta. 





Las comidas de mi hijo cerca de los 4 años eran sólo teteros (leche, azúcar y algún cereal),  luego de pasar por una consulta seguimos las recomendaciones de la Doctora y empezamos por dejarlo sin comer y obligarle a probar (cosa de la cual me arrepiento hasta el día de hoy).
Resultado: Al final de la tarde no quería acercarse a nosotros. 

Creo firmemente en el potencial de cada madre, en los instintos, es posible que no sepamos muchas veces como llevar a la práctica nuestras ideas, pero antes de actuar valoramos las situación, los pro, los contra, las posibles consecuencias, y vemos a través del amor que sentimos por nuestros hijos, los que pueda ser en su beneficio; queremos que nuestros hijos estén bien e intentamos cosas que nos recomiendan las personas a las que confiamos su salud, pero quien conoce realmente a sus hijos son sus padres.

Sentí mucha frustración ver a mi hijo llorar, cerrando la boca con mucha fuerza mientras con manos y piernas intentaba escapar, y decidí terminar con eso.
¿Acaso a mi alguien puede obligarme a comer hígado? ¿Cuantos años de mi niñez pase creyendo que el jugo de remolacha era sangre y por eso no lo tomaba? ¿Quien obliga a un adulto a comer cuando no le gusta algo, por mucha vitamina que tenga ese alimento?
Ráfagas de preguntas de ese estilo me inundaron, no porque ese alimento sea bueno para su salud te da derecho a hacer sufrir a tu hijo, hacerlo pasar por un momento frustrante porque no entiende ese afán tuyo de obligarle.

A partir de ese momento comencé a incluir más a Moi en la cocina, quería que se familiarizara⁠⁠⁠⁠ con las diferentes comida, que las conociera, su forma, su textura... Al principio como todo, muy difícil pues no se acercaba, no tocaba y veía con recelo todo. Esto nos ayuda a conocer si rechazan los alimentos por algún color en particular, la mezcla de ellos, por su dureza, etc...

En fin, casi 4 años después hemos avanzado mucho (recuerden mirar en retrospectiva cuando se sientan cansados y frustrados) 
Antes era imposible que se sentara a la mesa con nosotros, comía él solo, nuestra comida le producía malestar. Ahora puedo pedirle alguna fruta, jamón, cebolla, cualquier cosa del refrigerador sin que sienta desagrado al tocarlo.
Esta interacción ha despertado su interés y de vez en cuando me pide probar, es como tocar el cielo de la emoción. Hay comidas que aún rechaza, como la carne y el pollo, esto no significa que no se las de disfrazadas u ocultas. Es recomendable hablarles con la verdad, Moi al principio se molestó mucho al saber que había comido algo que no le gustaba, aun así continué haciendo platos nuevos y al finalizar le comentaba que le había agregado un nuevo ingrediente.

Ahora ya está consciente que en ocasiones o al preparar sopas y granos sabe que voy a usar carne o pollo y lo único que me pide es que licue, le haga una crema. 
Le encantan las panquecas y es genial porque allí también puedo incluir, arroz, zanahoria, remolachas, espinacas, auyama (hasta que descubrí que esta última le produce reacción alérgica). En puré come además de papa, ocumo, batata... Leches vegetales, leche de arroz, leche de almendras, de ajonjolí, de semillas de girasol, siempre hay maneras de aportar nutrientes a nuestro cuerpo.

Es cuestión de constancia, creatividad para buscarle la vuelta, de sentir empatía, de conocer si es hipersensible, si la comida muy fría, muy caliente o muy crujiente le lastima o por el contrario es hiposensible y busca al extremo esa sensación.

Papá, Mamá 
Nadie mejor que tú conoce a tu hijo, no hagas algo que él pueda recordar con amargura para siempre.⁠⁠⁠⁠




LOS QUE SABEN TAMBIÉN SE EQUIVOCAN...