sábado, 19 de febrero de 2022

SUICIDIO EN NIÑOS Y ADOLESCENTES

Los pensamientos suicidas, o idea suicida, se refieren a pensar o planear un suicidio. Los pensamientos pueden ir desde crear un plan detallado hasta tener una consideración pasajera.

La idea suicida puede ocurrir cuando una persona siente que ya no es capaz de hacer frente a una situación abrumadora.

👉🏽 Pero OJO, porque lo que un niño o adolescente puede percibir como algo grave e insuperable, a un adulto puede parecerle una "tontería" y restará importancia minimizando su sentir con frases como:

“No es para tanto”

"No estés triste, que te pones feo”

En algunos casos, un niño o un adolescente puede tener pensamientos suicidas debido a determinadas circunstancias de la vida sobre las que no quiere hablar, entre ellas:

• Tener depresión, ansiedad...

• La pérdida o un conflicto que involucre a amigos o a familiares cercanos

• Antecedentes de maltrato físico o abuso sexual

• Problemas de alcoholismo o drogadicción

• Problemas físicos o médicos, por ejemplo, quedar embarazada o tener una infección de transmisión sexual

• Ser víctima de hostigamiento

• Sentir incertidumbre acerca de la orientación sexual

• Leer o escuchar la historia de un suicidio o haber conocido a un compañero que se haya suicidado


¿Qué puedes hacer?

✨ Abre canales de comunicación: Si tu hijo no es muy comunicativo, abre espacios para que puedan hablar tranquilamente. Puedes aprovechar una salida al parque o cualquier otro momento en que ambos estén de buen ánimo y solos. Igualmente pon atención a las pistas que tu hijo te da. Si en algún momento tu hijo se ofrece a ayudarte con los quehaceres de la casa y no acostumbra a hacerlo, es posible que necesite hablar contigo, así que aprovecha la oportunidad.

✨ Escucha activamente: Demuéstrale que lo estás escuchando atentamente. Dejándolo hablar sin interrupciones. Puedes hacerle preguntas abiertas (que requieran de respuestas más allá de un ‘sí’ o un ‘no’) para entender mejor lo que él/ella quiere expresarte. A pesar de que no estés de acuerdo con su opinión, déjalo que termine completamente su argumento para luego tú hacer tus observaciones calmadamente.

✨ Pon atención al lenguaje corporal: Muchas veces dice más el lenguaje corporal que el verbal, sobre todo en los niños, que aún no desarrollan por completo sus habilidades de comunicación verbal. Pon especial atención al tono de su voz, sus expresiones faciales y a las posturas de su cuerpo, para detectar si lo que está diciendo concuerda con lo que está sintiendo por dentro.


El Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH) sugiere los siguientes consejos para ayudar a alguien que pueda estar atravesando una crisis:

- Preguntarle si está pensando en suicidarse. Los estudios demuestran que preguntar no aumenta el riesgo.

- Mantenerlo a salvo permaneciendo cerca y quitando cualquier cosa que pudiera usar para cometer suicidio, como cuchillos, cuando sea posible.

- Escucharlo y apoyarlo.

- Animarlo a llamar a una línea de ayuda o a ponerse en contacto con alguien a quien pueda recurrir para obtener apoyo, como un amigo, familiar o consejero espiritual.

- Darle seguimiento después de que la crisis haya pasado, ya que esto parece reducir el riesgo de una recurrencia.

Otros consejos incluyen mantener algunos números de teléfono de emergencia a mano. Estos pueden ser de un amigo de confianza, una línea de ayuda o el médico de la persona.

🌱 Dediquemos tiempo a conversar con nuestros hijos, pueden estar peleando batallas, de las que no nos damos cuenta; el diálogo, salva vidas 🌱












sábado, 5 de febrero de 2022

LAS REALIDADES EN EL ESPECTRO

Las realidades de las familias que viven el Autismo son tan complejas como el Autismo en sí.
Sabemos que no existe una persona dentro del espectro igual a otra, por lo tanto, y aunque exista en la actualidad una tendencia a imponer una visión única de lo que se considera el TEA, la intervención o modelos de atención, lo cierto es que cada familia -y cada miembro de esa familia- lo vive de forma distinta, su experiencia es única y así también la manera en la que lo expresa, por lo que al elaborar nuestros discursos sobre lo que consideramos una verdad absoluta, podemos estar obviando otras visiones, otras realidades que distan de la nuestra y sus necesidades de atención.

Y es que la vivencia y las demandas o requerimientos que pueda tener una familia de un niño de 5 años, serán muy diferentes a la de una familia cuyo hijo tiene 30 años o más y presenta una importante discapacidad que exige un elevado nivel de apoyo.
Los primeros harán lo posible para que sus hijos tengan una vida plena, que sean independientes y procurarán entornos que favorezcan su adaptación. Por su parte, el segundo grupo buscará soluciones dirigidas al futuro de sus hijos: ¿Quién los atenderá? ¿Dónde vivirán?

No por ser diferentes son menos importantes, esto no es una competencia de quién necesita más o menos, sin embargo, vemos cómo las diferencias entre los modelos de pensamiento actual han  desencadenado múltiples confrontamientos entre: 

- Los que enaltecen el autismo como algo positivo:
Es lógico que si alguien dice que debo ser curado/a, me defienda porque se está negando mi propia forma de ser, la cual me gusta.

- Los que pretenden sencillamente normalizar el autismo para promover la aceptación e inclusión social:
Si soy una persona que trabaja por la inclusión social del colectivo, de la defensa de sus derechos y el respeto a su diversidad, y escucho hablar de odio al autismo y el deseo de curarlo, también saldré en defensa.

- Los que viven la cara más compleja:
Si mis hijos requieren de altas necesidades de apoyo, no avanzan, ni parece ser que van a avanzar mucho a lo largo de su vida dada la complejidad de su condición, es lógico sentirme indignado/a con la visión de la neurodiversidad que ve en el autismo cosas positivas y hablan de sentirse orgullosos.
Para estas familias el autismo no tiene nada de bueno, ni se lo ven, ni creo que se lo vayan a ver.


La tolerancia, la empatía y la compasión nos permiten mirar con amabilidad y validar la realidad de los otros sin querer cambiar las palabras que han encontrado para expresar sus emociones, sin intentar minimizar su sentir, sin intentar apurar sus tiempos, sin intervenir en sus procesos emocionales, sin juzgarles por sus miedos, angustias, tristezas...

La invitación es a continuar concienciando, visibilizando, sensibilizando luchando contra las barreras sanitarias, educativas, laborales, sociales, lograr la accesibilidad de las personas con TEA y procurar el desarrollo de programas que garanticen una mejor calidad de vida para todas las personas con Autismo y sus familias.




LOS QUE SABEN TAMBIÉN SE EQUIVOCAN...