En el 2011 la Federación Autismo Madrid con la idea que que familias de personas con Autismo compartieran sus historias o experiencias creó el Concurso de relatos cortos "Cuéntame el Autismo".
Hasta el año pasado tuve conocimiento de este concurso y a pesar de no participar por no residir en España, los relatos son compartidos y así tuve la dicha de conocer a mi gran amiga Leannys Astudillo (Entre Padres Nos Apoyamos), este año volví a enviar mi relato corto y me gustaría compartirlo con ustedes y motivarles también a participar
Mi Pequeño Gran Maestro
Hace 6 años cuando por primera vez mis ojos se posaron sobre ti, mi corazón empezó a latir y supe a partir de ese momento que serias el motor de mi vida; Lo que no imagine en aquel instante era que cambiarías de tal manera mi percepción de lo que hasta ese momento sabía sobre el amor.
Un infinito sentimientos ha crecido desde entonces y lo que parecía importante, ahora, ya no lo es más.
Las expectativas que en algún momento me forme han sido superadas, tus pequeños ojos me han mostrado más de lo que alguna ve creí ver.. Cada día puedo ver y sentir tu amor en su estado más puro, puedo ver y sentir tu inocencia, puedo ver y apreciar tu espontaneidad.
Contigo aprendí a amar cada detalle que pasa desapercibido ante unos ojos ocupados y preocupados, amo la manera en que haces círculos con tu dedito, amo escucharte cantar en voz alta en los momentos menos esperados, amo la manera detallista y perfeccionista en la que ordenas piezas, objetos o colores y sobre todas la cosas Te Amo a ti Hijo Mío, agradecer a Dios cada día de mi vida por tan hermoso regalo creo que no será suficiente, y aunque no todos los días son de arcoíris prefiero fijarme en ellos y no en los de tormentas, decidí ver lo positivo aún en lo negativo y el Autismo no ha sido más que una forma de ver el mundo de una manera distinta, de apreciar algún detalle que en otro momento no hubiese tenido el mismo valor.
Antes me hubiese parecido más importante que aprendieses a escribir, hoy es más importante el saber que eres feliz, ver alegría en tus ojos, una sonrisa en tu rostro y saberte independiente por cada pequeño o gran logro que tengas y eso vale más que cualquier cosa material.
Más que enseñarte me has enseñado a mi, un diagnóstico no nos límita destaca otras capacidades; la capacidad de ser pacientes, de ser optimistas, de ser tolerantes, de ser comprensivos, de creer en lo invisible, de escuchar más allá de las palabras y de no perder la esperanza aún cuando otros la hayan perdido.
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