Que si tenemos momentos difíciles?? Ufff... Ni se imaginan cuantos. No todo es, estímulos, terapias, ni esas cosas que anteriormente he compartido con ustedes.
La verdad es que son muchas las noches en vela preguntándome si algo en su alimentación lo está afectando, si estoy pasando por alto algún suceso importante que le este molestando de alguna manera, si de verdad lo estoy haciendo bien, son muchos los días y noches de preocupación.
A veces creo que mi hijo es uno de esos acertijos que va dejando el villano de Batman, que no puedo resolver.
Puedo entender perfectamente ese ligero toque de molestia que se siente cuando alguien quiere hacer ver el Autismo, Trastorno del Espectro Autista, Asperger, Autismo de Alto funcionamiento o como quieran llamarlo, un proceso que con terapias y curas milagrosas pasará en un santiamén.. Nadie, absolutamente nadie es capaz de entender la frustración de cada madre, de cada familia que debe enfrentarse a esta situación, cada caso es totalmente distinto uno de otro. Y aprovecho para recordar que el Autismo no se cura, no es una enfermedad, ya parezco disco rayado.
Centrarse en lo positivo e ignorar los comentarios fuera de lugar de las personas que no viven esto contigo resulta bastante molesto. Escuchar decir que la tengo fácil, es molesto, que me digan que no trabajo o no estudio porque no quiero es molesto, ver como tu vida social desaparece y las personas que consideraste amistades simplemente se esfuman de tu vida es muy molesto, es molesto que ni siquiera puedas desahogarte porque te mandan a un psicólogo.
Y es que en mi casa soy la negociadora, entre Moisés y mi esposo que muchas veces no sabe que hacer ante ciertas situaciones. Intento ponerme en el lugar de ambos, aunque eso de que un hijo te de portazos, diga que no te quiere, que no lo entiendes, grite muy fuerte, verlo correr y golpearse contra una pared o una puerta, lanzarse de un mueble y al final del día ver sus piernas y rodillas con moretones... Verlo en tal nivel de estrés que se autoagrede y sangra mientras te dice mira lo que me pasó, y continúa rompiéndose él mismo sus deditos... Ver las marcas de las lesiones en su piel y pensar que tal vez no estuvimos lo suficientemente pendiente para prevenir esa situación. Preguntarnos a diario si lo hacemos bien, es muy agotador, tanto física como emocionalmente. Son tantas las noches en que ninguno duerme, Moisés por su insomnio y nosotros preocupados por saber si tendrá algo, dolor, malestar, tristeza...
Hoy, esta noche, es una de esas noches que parece infinitamente larga, parece no terminar, una de esas noches en la que se me arruga el corazón y llegó a sentirme inútil, sin saber lo que debo hacer, una de esas noches en las que haber leído y tener tanta información parece no servir de nada. Una de esas noches en las que nos hacemos compañía en silencio, él haciendo su mayor esfuerzo para comprender ni mundo y yo intentando comprender el suyo, porque aunque no podemos ver las cosas del mismo modo, esta noche nos entendemos.
Te amo Mi Príncipe, si me dieran a eligir otra vida no dudaría ni por un instante ser tu madre de nuevo, cada día a tu lado es aprendizaje, es el pensum más complicado que pudiera encontrar en cualquier universidad pero el más satisfactorio cuando logramos juntos superar estas pruebas. No puedo sino dar gracias a Dios por los buenos y no tan buenos momentos, darle gracias a Dios por un excelente padre y esposo comprensivo que me toma de la mano cuando la colina es muy inclinada, por una hija que a su corta edad es tan madura, colaboradora y una hermana que defiende a capa y espada a su "Sose", por esos familiares que no siempre pueden estar físicamente presente pero su apoyo moral es realmente valioso y lo aprecio.
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